Eran finales de los 90. Si algunos dicen que Internet todavía está en la fase del salvaje oeste, entonces aquel era el desembarco de los pioneros. Tengo, sin embargo muy buenos recuerdos de entonces. Hackers de los de verdad, frikis de los de antes y porno de mala calidad proveniente de capturas de películas y revistas filtrados en las antiguas news que algunas compañías de conexión a velocidad de tortuga regalaban como incentivo. Algún que otro foro erótico de corto recorrido iba apareciendo y a él llegaban los viejos chateadores de los canales IRC, que empezaban a oler su ocaso, en su mayoría soñadores con mas imaginación que experiencia, pero una verborrea de vendedor de enciclopedia. En cuanto al sado-maso, era la época de los gurús de pacotilla. Yo, que llegaba de la libertad total de mis viejas lecturas de de Sade, Von Masoch, Historia de O, etc, me encontré con la frustración de que ‘el ambiente’ en español estaba dominado, nunca mejor dicho, por lo que d...